Entrada 1 – 14 de marzo de 1908
Dicen que es 1908 en USA, pero el aire no huele a carbón. Huele a metal caliente.
Las paredes vibran a veces, como si algo respirara detrás.
La señora Holst dice que somos niños problema. Que vinimos aquí para aprender a ser buenos. Yo no me acuerdo de haber hecho nada malo.
Escribo con lo que encuentro: un trozo de carbón, pedazos de papel áspero. Lo esconderé bajo una baldosa suelta, la tercera del baño, donde el eco no llega.
Tal vez alguien, algún día, nos encuentre.
Entrada 2 – 16 de marzo
Theo me visitó anoche. Es mi amigo. Tiene ojos muy brillantes no parecen reales.
Me contó que en el futuro habrá guarderías subterráneas donde las cunas se mueven solas y las nanas son máquinas. Que los niños no lloran, solo emiten un zumbido suave, como si el aire los calmara.
Le pregunté si ahí los niños son felices.
“Son útiles”, respondió.
Entrada 3 – 19 de marzo
Las cuidadoras hoy abrieron la habitación sin ventanas. Llevaban delantales blancos. Annie fue la primera. Escuché un sonido que no era un grito, más bien un ahogo.
Theo dice que ahí es donde “aprenden a servir”.
No entiendo qué significa.
Por la noche soñé con mesas frías y luces que no se apagan. Oía un corazón que no era el mío.
Entrada 4 – 23 de marzo
He comenzado a ver cables en el techo. Cables que gotean sangre.
Las cuidadoras me observan incluso cuando duermo. Puedo sentirlo: algo entra por mi cabeza y remueve mis recuerdos.
A veces veo el rostro de Theo superpuesto al mío, como si fuéramos el mismo.
Me dijo que las enfermeras leen nuestros sueños para encontrar culpa.
Que este lugar no es una guardería, sino una copia de una guardería antigua, reconstruida dentro de nuestras mentes.
Una prisión del recuerdo.
Entrada 5 – 28 de marzo
Theo se me apareció en un sueño, fue algo nuevo. Me llevó a un sótano en el sueño. Allí había camas diminutas, llenas de cuerpos que parecían dormidos, pero se mueven con pequeños espasmos.
No sangran, pero su piel tiene marcas, cortes ordenados, limpios.
Dijo que cada uno de ellos “sirvió para algo”.
Cuando intenté gritar y despertar, no pude.
Cuando finalmente abrí los ojos, las cuidadoras estaban detrás, tomando notas en unos aparatos de cristal.
Entrada 6 – 1 de abril
Hoy desperté con marcas en los brazos.
Oigo murmullos metálicos: “Nivel de arrepentimiento insuficiente”.
Theo me dice que cada noche reescriben mi mente, que soy un experimento de reeducación empática.
Que antes de caer aquí, yo mismo era quien recogía niños para venderlos a los laboratorios.
Dice que ahora vivo el recuerdo de mis víctimas, una y otra vez, hasta comprender.
No sé si es verdad. No sé si Theo es verdad. ¿Estaré loco?
Entrada 7 – 3 de abril
He empezado a recordar fragmentos fuera del sueño.
No hay señora Holst. No hay guardería.
Hay un cubículo de acero, sensores, y un casco pegado a mi cráneo.
El “carbón” con el que escribo es una simulación. El papel, una ilusión programada.
Escucho voces fuera de mi mente: “El sujeto 4518 mantiene actividad onírica intensa. Sin signos de arrepentimiento.”
Intento despertar, pero el sistema me fuerza a volver.
Entrada 8 – 5 de abril
Theo apareció por última vez. Tenía cables saliendo de su pecho. Me dijo:
“Ya sabes quién eres. Lo que fuiste. Ellos solo te devuelven lo que hiciste sentir.”
Le pedí que no me deje.
Sonrió, y su cara se deshizo en una lluvia de píxeles.
Ahora estoy solo en la guardería. Las cunas están vacías, pero oigo susurros que vienen de dentro de las paredes.
Los monitores parpadean.
‘Reinicio del ciclo de castigo en 3… 2… 1…’
Informe técnico (fragmento)
Sujeto 4518 – Sentenciado por tráfico infantil.
Terapia aplicada: Simulación empática 4.9 / entorno onírico tipo guardería histórica (1900s).
Estado actual: psique fracturada, culpa inestable, mantiene alucinación interactiva “Theo”.
Recomendación: Reiniciar ciclo de sueño. Intensificar nivel de dolor simbólico.
Nota del operador: “El arrepentimiento no es suficiente. El infierno debe educar.”
Registro recuperado del sujeto 4518 – Centro de Corrección Neuronal “Arequipa”